Gris cielo de negras nubes, cristalina lluvía de permeables gotas, blanco granizo de punzantes granos, reflejais colores que encienden mis pensamientos e iluminan mis sonrisas.
Pequeñas piedrecitas aplastan mis pies, sonando como la brasa al arder.
El sonido del fluir del agua y el cantar de los jilgeros.
El paraiso no es otro si no la imagiación y el soñar despierto.
Verde, verde hierba, comodísima moqueta.
Sol, luz del universo, de la vida tú eres la madre y de las estrellas tú eres la más grande.
Y el olor de las flores y cantar de las canciones.
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