Y si el cielo se cayese y un ángel te dijera la única verdad pura existente en todo mundo te diría que te amo.
Ten fe en mis palabras amor pues solo yo te serviré eternamente, ten fe cariño, cree en mi pues cuando pasen los años y el amor se apague para dejar paso al cariño verás que yo te seguiré amando, con locura, como el primer día, como en el primer beso y en la primera mirada, con mi primer verso hacia tí, como en esa primera vez, sin embargo tú mi dulce inspiración, tú ya no sentirás la llama, tú ya no te emocionarás en con cada frase, tú verás monótona nuestra historia y tú cariño, tú dejarás de amarme para tan solo quererme.
Será entonces cuando te des cuenta de lo cruel que es el denstino, lo frágil que es la belleza y lo efímero que es el fuego del amor, y entonces me daré por olvidada, pero tú permanecerás en mi memoria como un libro imposible de cerrar, como una canción grabada en los oidos, como una lección aprendida, como la experiencia grabada en la carne, tú ángel mio serás para mi cual tatuaje imborrable en la piel, cual cicatriz en el pellejo, cual quemadura en la dermis, siéntete alegre ángel, siéntete orgullosa, feliz, pues eres pura belleza natural tanto en espíritu como en físico ya que nadie antes me había interesado y tú has calado mi alma como una tormenta cala la ropa en invierno, has llegado a mi espíritu como el olor de las coloridas flores llega a mi nariz, y por ello no podrás salir de mí jamás; ¡Oh ángel mío te has convertido en mi condena, en mi perdición y en mi razón para vivir fuera de esta indiferencia que me aborda día a día sin tu presencia! ¡Oh ángel mío tú has invadido mi alma!
¡Escribes muy bien, Laura!
ResponderEliminarNo dejes nunca de alimentar tu blog y tu imaginación.
Muchos besos,
Francesc
Muchísimas gracias, seguiré escribiendo.
ResponderEliminarUn beso!